La causa de las mareas

Ayer, no, anteayer, de repente, reparé que en el cielo habían reaparecido las nubes de condensación de los aviones. Una, dos, tres… doce, algunas casi difuminadas ya, otras firmes, claras como lineas de Uderzo, una en curso. Antes del anochecer. Seguir leyendo La causa de las mareas