Va a convertirse en la frase del año, ¿Por qué no te callas? , quizás de la década. Es más fácil de decir, y menos comprometedora, que otras consignas de semejante contenido, pero que, por manidas, por apegadas a una memoria patria tan desventurada como la nuestra, nos desagrada escuchar. «¿Por qué no te callas?» es simple, directa, fácil de comprender y recordar, políticamente legítima y desvinculada de intereses espúreos. Si dependiera de un servidor, retiraría del escudo nacional la frase esa de «Non plus ultra» y pondría en su lugar tan castiza expresión. Porque, aunque ahora haya sido el mismísimo Rey el que la haya rescatado para uso público, lo cierto es que es españolísima de antes y, a la sazón, ejemplificadora como pocas de la ancestral idiosincrasia nativa. La frase, no lo duden, acabará convertida en sintonía para móviles, sampleada por los raperos y utilizada como título de algún concurso televisivo antes de un mes. Hay otras frases ingualmente españolas, como «qué sí, que te lo digo yo», o «manda huevos», pero esta es mejor.
Es verdad que don Hugo Chávez no es muy listo; porque acaba de decir que el Rey tuvo algo que ver con el golpe de estado que lo desalojó del poder hace unos años durante unos minutos. Imposible: cuando en España hacemos esas cosas nos descubren inmediatamente. Las relaciones exteriores españolas carecen de trampa y doblez porque de tenerlas nos pillarían siempre. Esas cosas las hacen bien en América de Arriba; ¿pero nosotros? No. El señor Chávez no sabe lo que dice.
Y también es verdad que se estaba poniendo pesado (Chávez), hablando por las coyunturas y llamándole a nuestro expresidente (Aznar) cosas que harían vomitar a una víbora. Pero la chabacanería no es delito grave y, servidor, por su parte, zanjaría el altercado diplomático imponiéndole a Chávez una multa de tres mil euros. Por faltar. Y al Rey, de tres mil quinientos, porque hay que tener más cintura.
– Pero si tú mismo el otro día le llamaste a Aznar «gigantillo», le recuerda Pangur a un servidor.
– ¿Por qué no te callas? Yo soy español, e insulto a mis presidentes cuando me pete. ¿O es que vas a comparar?
– Eso es verdad, los trapos sucios se lavan en casa.
Lo curioso es que Rajoy opine que estas cosas pasan por culpa de Zapatero. Porque, por más vueltas que le de de uno al asuntos y por más veces que se vea uno el vídeo, no se entiende a través de qué ignominiosos comportamientos habría conseguido Zapatero calentarle la boca a Chávez hasta el punto de hacerle olvidar que ni el osado Bolívar aprobaría su falta de brida.
A servidor, desde que subió los impuestos del whisky de dieciséis años por pura maldad, Chávez le cae peor que mal. Y casi seguro de que al rey Juan Carlos le pasa exactamente lo mismo por lo mismo. Pero habíamos subido nosotros los impuestos del ron Cacique y aquí paz y después gloria. Servidor ha estado a punto de llamarle por teléfono para sugerírselo; pero se he dicho a sí mismo «¿por qué no te callas?» y se ha hecho caso.